Conocer las propiedades dinámicas reales de una estructura, las frecuencias naturales y los modos de vibración es esencial para garantizar el confort y la seguridad de los usuarios y también la previsibilidad para el mantenimiento de los equipos públicos. Con ese objetivo, dos pasarelas peatonales del metro de São Paulo fueron monitoreadas en marzo pasado por IEME Brasil, que utilizó Vibrodina, un dispositivo mecánico que hace vibrar la estructura en un rango de frecuencia específico, en el ensayo de vibración dinámica forzada.
“La determinación precisa de la frecuencia natural de la estructura es fundamental para validar los modelos teóricos y garantizar que no coincida con las frecuencias de excitación generadas por el tráfico peatonal. Evitar la resonancia es esencial para garantizar la comodidad del usuario y la integridad estructural de la pasarela”, explica el ingeniero Marco Juliani, director del IEME.
Las pasarelas están ubicadas en la estación Santo Amaro del metro de São Paulo, que es compartida por las líneas de metro 5-Lilás (ViaMobilidade) y 9-Esmeralda, del CPTM. Tienen unas dimensiones de 111 m de longitud y 7,4 m de ancho y están formadas por una estructura metálica reticular con perfiles tubulares y una losa de acero. El tramo central, que cruza el río Pinheiros, tiene una longitud aproximada de 80 m. La obra está a cargo de EGTC Infra.